viernes, 19 de septiembre de 2008

Arráncame la vida.


Hoy asistí al templo cinéfilo para ver la producción más cara del cine mexicano basada en lo novela homónima de la poblana Ángeles Mastretta: Arráncame la vida.

En el año de su publicación, 1985, la novela supuso un hito en el ambiente literario de nuestro país, un ambiente dominado tradicionalmente por autores masculinos en el cual Ángeles Mastretta supo irrumpir con la fuerza suficiente para que su historia alcanzase ventas suficientes para volverse loq ue hoy en día llamamos bestseller, sino también consiguió buenas críticas y su posterior publicación a 12 idiomas. La historia gira en torno a Catalina Guzmán, quien también funge como voz narrativa de la historia, su historia, ubicada en el México postrevolucionario plagado de personajes y clases por demás arquetípicas de la época: la clase política surgida del Ejército, el caudillismo como forma de institución pública, los compadrazgos y uniones políticas, etc.

Y todo ello girando alrededor de una historia de amor típica de los años 30, la de una casi niña poblana de 15 años que se casa con un ya mayor General de 35 años, Andrés Ascencio, dando así un gira de 360 grados a su cómoda existencia provincial.

Posteriormente seremos testigos de la evolución de Catalina como mujer y de las intrigas y luchas del General Ascencio, además de la evolución política y social del país en una época crucial.

La película, vista desde el punto de los 3 ejes cinematográficos de Diego: el guión es bueno, se nota la mano de la autora, sin embargo la omisión o tijeretazo de ciertas frases hacen que las mismas pierdan cierto feeling, como cuando el General dice que los poblanos son unos pendejos, supongo que lo omitieron para no herir susceptibilidades, o cuando Carlos dice que en ese momento quiere coger, fuera de eso la historia está bien llevada, con el pequeño detalle de alterarle el final para darle más potencia al personaje de Catalina imagino yo. La fotografía deja mucho que desear, cuando se trata de una película de "época" uno espera que este aspecto sea impresionante y se cuide hasta el más mínimo detalle, sin embargo aquí es mala, por no decir pesima, tanto que en una escena de catedral a nadie se le ocurrió borrar digitalmente un graffiti moderno. Por último, la edición, otro aspecto negativo, el corte y transcición entre escenas no es la adecuada, además de notarse mucho los saltos entre las mismas, por ello me pregunto ¿en qué gastaron los 60 millones de pesos que costó la producción?.

Las actuaciones sólo son rescatadas por el excelente papel de Daniel Giménez Cacho interpretando al General Andrés Ascencio y el de Eugenia León como Toña la Negra.

En fin, Arráncame la vida es buena para ir a disfrutarla en compañía de una fémina si eres hombre, cumple con su propósito de entretenimiento pero sigue sin ser LA película que todo mundo espera del cine nacional.

P.D. Salí un tanto insatisfecho, mi expectativa era ver "pelona" a la Talancón, pero sólo se le ve el pecho, buuuu.

7 comentarios:

Luis Alvaz dijo...

Hola, pues como te comenté ayer, la literatura sigue siendo un poco más abierta que el cine en cuanto a la forma de expresar ciertas cosas. Tal vez ahora, lo que pregonaba Cortázar para la literatura: «Ríase compañero, pero Europa tiene el ano más liberado que usted y eso cuenta en una madurez literaria...»*, sobre esa dificultad de los latinoamericanos para expresar el erotismo, ahora sucede en el cine. Y bueno, aún así es un argumento burdo, porque "Arráncame la vida no" es literatura erótica, sino política, supuestamente "políticamente incorrecta", porque manifiesta un discurso "contestatario", aunque a fin de cuentas dice lo que queremos leer, porque esa es la postura actual a propósito del caudillismo, la corrupción, machismo, etc. Y creo que en la película pasa igual, la gente va a ver aquello que quiere encontrarse en el cine, no un tema que en verdad suscite polémica. Me hubiera gustado que se respetara algunas cosas del guión, para ver la reacción de algunas personas (como lo que comentas de que "los poblanos son unos pendejos", o el "quiero coger").

Yo no he visto la película, pero me da curiosidad un par de cosas que recuerdo del libro, como cuando el concierto en Bellas Artes, que supuestamente tocan alguna sinfonía de Mahler (porque Andrés dice: a ese Mahler le hizo falta coger, algo así), y había leído que en la banda sonora se incluía el Danzón No. 2 de Arturo Márquez, y no sé si Estrellita de Ponce (que es la pieza que hace llorar a Catalina). También la parte en que canta Toña la Negra con el director de orquesta se me hace interesante, y precisamente ahí cantan la canción de Agustín Lara (algunos dicen que es un tango, pero no, es un bolero) que le da nombre al libro.

Bueno, al parecer no me perdí de gran cosa, y por la misma razón no fui a ver la adaptación de El Amor en los Tiempos del Cólera.

Lo que sí es que estoy bajando la adaptación de Dos Crímenes de Ibargüengoitia, que al parecer no es mala, pero pasó sin pena ni gloria por las salas de cine (y esa novela es mucho mejor que Arráncame la vida).

Saludos

*Cortázar, Julio. /que sepa abrir la puerta para ir a jugar. En "Último Round Tomo II".

Maqroll dijo...

Yo aún no la veo... nomás vine a decirles que ya hay BUJOS nuevos :) dense una vuelta.
http://masbujos.blogspot.com/

Luis Alvaz dijo...

Se solicita al dueño de este blog, se le solicita en el último post para que emita su respectiva retroalmentación.

Manu dijo...

El flato con las adaptaciones cinematográficas de obras literarias radica en que se necesita ser un chingón para poder hacerla de manera tal que deje satisfecho a la mayoría de lectores de la misma, la obra por sí sola tienes cosas "políticamente incorrectas" que le dan cierto feeling, y quitar esas cosas de su versión audiovisual la hace ciertamente menos buena, Puntos extras a aquellos que se animaron a hacerla, bien pudo haber sido El Amor en los tiempos del cólera hablada en inglés, háganme el favor, eso saca todos los diálogos del contexto original, en cambio Arráncame la vida, como película sin compararla con el libro, funciona y funciona medianamente bien, vaya, cumple su objetivo, ya imagino a muchas mujeres queriendo ser como Catita queriendo tener un hombre como Andrés, que le cumpla todos sus deseos y se haga de la vista gorda ante sus infidelidades. El libro es un viaje sobre la transición de Catalina como mujer y la vida política en una naciente nación pos revolucionaria, en la película sólo queda todo esto a medias tintas, siendo el resultado final sólo la exaltación del personaje femenino.

Maqroll dijo...

¡Verfa! (je, aún no la veo)

Maqroll dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maqroll dijo...

Sí pues, el maqroll ya fue finalmente a ver Arráncame La Vida. Fui acompañado de una fan del libro, sin yo haberlo leído aún, el comentario fue que está medio tijereteada pero que no se altera la esencia de la obra. Tendré que leerla. Cinematográficamente hablando yo vi que es un poco como la Celestina, que dicen que la escribió Rojas y se nota la mano de más de uno. Igual acá... la foto a veces era genial (sobre todo en esa hermosa campiña poblana, geniales los landscapes) pero no siempre se defendió en las tomas de interiores (será que la campiña poblana es tan hermosa que no necesita de un fotógrafo talentoso para lucir por sí misma). El guión me pareció tener buena fluidez, y me gustó mucho que se mezclara lo erótico, con lo culinario y lo político. A veces en literatura esos son "lugares comunes", sin embargo así funcionan algunos géneros; lo demás es cuestión de gusto. Un detalle excelente ver el Zócalo con sus jardines originales, mentras que los escenarios en puebla (no sin dejar claro que no conozco el Puebla antigüo) no me parecieron ambientados adecuadamente. La ropa por otro lado me gustó mucho, el diseño de vestuario me agradó. La música, sin saber qué piezas tocaron, me pareció excelente, conmovedora la escena del piano. Las actuaciones me parecieron suficientes, Talancón bonita pero poco expresiva, no sentí el dolor de perder a Carlos... lo sentí por la identificación con el personaje, mas no por la actuación de ella. Gimenez Cacho sigue siendo, sin embargo, excelente... logra que odies a Andres Asencio al grado de que te caiga bien odiarlo (si eso tiene sentido). La disfruté mucho, cosa rara con el cine actual mexicano. Me parece que finalmente uno va al cine a eso, a pasar un rato agradable.